Como deposito dental de confianza de muchas clínicas dentales, sabemos que, diariamente, las clínicas se esfuerzan por ofrecer un servicio de excelencia, cuidando cada detalle en el cuidado bucodental. Pero hoy queremos hablarte de un desafío invisible, algo que muchas veces pasa desapercibido pero que es crucial en nuestro entorno: la Legionella.
¿Qué es la Legionella y por qué debería preocuparnos?
La Legionella es una bacteria que puede causar infecciones respiratorias, siendo la más grave la Legionelosis o enfermedad del legionario. Esta bacteria se encuentra comúnmente en sistemas de agua, y como sabrás, en nuestras clínicas, el agua juega un papel fundamental, especialmente en los sistemas de irrigación dental.
¿Alguna vez has pensado en el agua que sale de los instrumentos que utilizas día a día? Esta misma agua podría ser un vehículo de transmisión de Legionella si no tomamos las precauciones adecuadas.
Un riesgo real en nuestro entorno
Los sistemas de agua en las clínicas dentales, particularmente las unidades de tratamiento dental (UDT), pueden ser un caldo de cultivo ideal para esta bacteria si no se gestionan correctamente. Sabemos que mantener la esterilidad y el control de infecciones es una preocupación constante, pero a veces, las amenazas menos visibles, como la Legionella, pueden pasarnos inadvertidas.
La realidad es que las mangueras y tuberías de nuestras unidades dentales suelen tener tramos largos y estrechos, donde el agua puede estancarse y donde la bacteria encuentra condiciones propicias para proliferar. A esto se suma el hecho de que el agua en las UDT generalmente está a una temperatura ideal para el crecimiento de la bacteria (entre 20 y 45 grados Celsius).
¿Qué debo hacer para cumplir la normativa?
La buena noticia es que podemos prevenir el riesgo de Legionella con medidas relativamente sencillas. Aquí te comparto algunas recomendaciones basadas en la experiencia y en la normativa vigente:
1. Mantenimiento y limpieza regular
Sabemos que tu tiempo es valioso, pero dedicar un poco más de atención al mantenimiento de los equipos puede marcar una gran diferencia. Limpia y desinfecta regularmente los sistemas de irrigación dental y sigue las instrucciones del fabricante sobre la desinfección.
2. Uso de agua estéril
Considera la opción de utilizar agua estéril o sistemas de tratamiento de agua específicos para las UDT. Esto reduce significativamente el riesgo de contaminación.
3. Monitoreo y análisis de agua
Establece un plan de monitoreo regular para analizar la presencia de bacterias en el agua de tu clínica. Identificar problemas a tiempo es clave para prevenir riesgos.
4. Formación continua
Mantente al día con las mejores prácticas y actualizaciones en el control de infecciones. Sabemos que ya estás sobrecargado de información, pero invertir en formación es invertir en la seguridad de tus pacientes y en tu tranquilidad. En Disladent contamos con una formacion dirigida a los profesionales que trabajan en el campo de la odontología para reconocer riesgos asociados y capacitarle gracias a nuestra titulación a poder tomar muestras de agua para llevar un control del agua.
Tu salud también importa
A veces, en nuestra profesión, ponemos tanto énfasis en el bienestar de nuestros pacientes que olvidamos que nuestra salud también es fundamental. La exposición a la Legionella no solo es un riesgo para quienes visitan nuestra clínica, sino también para nosotros y nuestro equipo.
No estás solo en esto
Como dentistas, ya tenemos muchas responsabilidades sobre nuestros hombros. Pero no estás solo en esta lucha. Existen recursos, profesionales y herramientas que pueden ayudarte a gestionar este riesgo de manera efectiva.
Enfrentar juntos estos desafíos nos hace más fuertes como comunidad profesional. No se trata de agregar más peso a tu carga diaria, sino de encontrar maneras prácticas y efectivas de mantener tu clínica segura.
Estamos aquí para apoyarte. Si necesita asesoramiento gratuito pida mas info aquí.
